Agradecimiento en tiempos difíciles

Agradecimiento en tiempos difíciles

                            
                             

El próximo domingo, estamos haciendo algo un poco diferente cuando nos reunimos con la iglesia. En lugar de tener un pasaje particular para estudiar y tener a alguien designado para guiarnos a través de ese pasaje, simplemente estamos estableciendo un tema: agradecimiento. Todos planean reunirse con una canción, un pasaje de Escritura , una lección, una solicitud de oración, etc. sobre agradecimiento y agradecimiento.

 

(Sí, sé que muchos creyentes se reúnen de esta manera todo el tiempo. Nos hemos reunido de esta manera antes. Sin embargo, esta no es la forma en que normalmente nos encontramos).

 

Mientras Margaret y yo estábamos hablando de estar agradecidos con Dios esta semana, seguí pensando en un pasaje en Habacuc. Si, Habacuc. Este es en realidad uno de los pasajes favoritos de Margaret.

 

Para poner el pasaje en su contexto, Habacuc prevé la próxima invasión de los babilonios. Están creciendo en fuerza, y él sabe que Dios va a usar esa nación para castigar a Israel por su desobediencia.

 

Al final de este breve libro, Habacuc registra esta oración / canción:

 

Aunque la higuera no debería florecer,
ni fruto en las vides,
el producto de la aceituna falla
y los campos no producen comida,
el rebaño se separará del pliegue
y no habrá rebaño en los puestos,
Sin embargo, me alegraré en Jehová;
Me alegraré en el Dios de mi salvación.
DIOS, el Señor, es mi fuerza;
hace mis pies como los de los ciervos;
me hace pisar mis lugares altos.
(
Habacuc 3: 17-19 )

 

 

El profeta espera un momento (quizás después de que los babilonios invadan la tierra) en que no haya higos, ni uvas, ni aceitunas, ni granos, ni ovejas, ni vacas, nada. La gente se morirá de hambre.

 

Sin embargo, en medio de estos, Habacuc dice que encontrará gozo en Dios. Esta es la actitud que quiero en mi propia vida.

 

Últimamente ha habido muchas luchas en nuestra vida, y a menudo no encontramos alegría en la presencia de Dios, aunque sabemos que él está con nosotros. A pesar de nuestras luchas, nunca hemos estado en una situación donde no teníamos nada, donde teníamos hambre.

 

Si Habacuc puede mirar hacia el futuro cuando no tiene nada y aun así continúa viéndose a sí mismo encontrando gozo en Dios, seguramente yo puedo hacer lo mismo.

 

Desafortunadamente, hoy todavía veo momentos en que mis deseos no se cumplen (mis deseos, no mis necesidades), y todavía busco otras cosas para mi alegría.

 

Reconozco que para vivir de manera continua y constante en un estado de gratitud y alegría en el Señor, debo estar contento en él y solo en él.

                         


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