¿A Dios le gusta hacerte sufrir?

¿A Dios le gusta hacerte sufrir?

                            
                             

… Admito, hay momentos en que creo que Dios disfruta traer dolor a mi vida. Sé en mi cabeza que Dios hace todas las cosas para bien, y que se supone que debo regocijarme siempre, y que nada puede arruinar, criticar, criticar. Pero en el fondo, sospecho que Dios de alguna manera disfruta verme sufrir. Pienso en Dios como un sargento de instrucción. Él me hace sufrir porque sabe que en última instancia será realmente bueno para mí (ver Romanos 8 etc.). Pero también me hace sufrir porque le gusta verme derrumbarse. Me imagino que a Dios le gusta romperme.

 

Pero la realidad es que Dios NO se complace en mi sufrimiento. Ninguna. Cero. Nada Lamentaciones 3: 31-33 dice:

 

Porque el Señor no se desvanecerá para siempre, pero aunque cause dolor, tendrá compasión según la abundancia de su amor constante; porque no aflige de su corazón ni aflige a los hijos de los hombres.

 

 

Al comentar sobre este pasaje, Thomas Brooks dice:

 

Dios no se deleita en afligir a sus hijos; va contra la corriente de su corazón. Le duele ser doloroso con ellos; le duele castigar entonces, y es como la muerte para él golpearlos. No tiene inclinación ni disposición a la tarea de afligirlos …

 

 

Soy un papa Amo mucho a mis hijos y no me agrada disciplinarlos. Hay momentos en que debo disciplinarlos, pero no me da ningún placer. Nuestro padre celestial no se complace en hacernos sufrir. No es un sádico cósmico. Sí, él usa el sufrimiento para nuestro bien. Sí, él usa el sufrimiento para hacernos más como Jesús. Sí, él trabaja todos nuestros sufrimientos para su gloria y nuestro bien. Pero a él no le gusta rompernos. No se complace pervertido al vernos llevados a la nada. Todo sufrimiento es el resultado del pecado en el mundo (no necesariamente un pecado personal, sino el hecho de que el pecado está en el mundo).

 

Qué triste debe ser para Dios cuando creo que disfruta lastimarme. Qué doloroso debe ser para él cuando creo que disfruta orquestando mi sufrimiento. Su corazón es tierno hacia mí. Sus manos son gentiles a mi alrededor. Le duele ser penoso conmigo. Es como la muerte para él golpearme.

 

La Escritura promete que sufriremos. Cuando sufrimos, no creamos la mentira satánica de que Dios de alguna manera disfruta haciéndonos sufrir. Nada mas lejos de la verdad. Ordena, organiza y usa el sufrimiento. Pero él nunca, nunca se deleita en causar sufrimiento.

                         


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