Lo has hecho. Te has comprometido a leer la Biblia hasta el final (y si aún no lo has hecho, puedes registrarte en solo unos segundos en nuestro sitio). Ese es un gran primer paso. Ahora, ¿cómo se mantiene en el camino con su plan durante todo el camino? Estos consejos pueden ayudar:

 

Mantenga la perspectiva correcta . Recuerda que no estás leyendo solo para marcar algo de tu lista. Estás leyendo un libro que es útil para la corrección, instrucción y orientación. Es tu vida GPS.

 

Hazte responsable. Leer con un grupo, un amigo o un cónyuge sin duda te dará un impulso extra. Pueden responsabilizarse mutuamente y discutir lo que están leyendo. Si no hay un grupo donde se encuentre, nuestros grupos en línea pueden actuar como un buen complemento.

 

Aléjate de la culpa. No dejes que la lectura de la Biblia se convierta en una cuestión de culpa. Es algo que tienes el privilegio de hacer; No es algo que tengas que hacer.

 

Cámbialo. No es necesario que solo lea la Biblia; puedes escucharlo también. Intente leer en voz alta algún día o use una traducción diferente . Mezclar cosas te ayudará a mantenerte en el camino.

 

Sé flexible. Si se atrasa en su plan de lectura , no se preocupe por cumplir con una fecha límite específica. Solo lee lo que puedas cuando puedas. Es posible que algunos días solo tenga tiempo para un capítulo. Otros días puede tener tiempo para dos días de lecturas. Incluso si su «plan de un año» toma dos años, al menos está leyendo. (Consejo adicional: nuestros planes de lectura le permiten cambiar la fecha de inicio y ver las fechas anteriores y futuras si necesita ser flexible. Si su plan actual es demasiado, también puede elegir un plan diferente fácilmente).

 

Cava más profundo. Haz de tu lectura de la Biblia un momento de descubrimiento. Utilice los recursos de estudio y videos en nuestro sitio como una oportunidad para aprender más sobre las selecciones para cada día.

 

Disfrútalo. Leer la Biblia no es una tarea. Es una oportunidad de conectarse con Dios a través de Su Palabra. Ore para que el Espíritu Santo use las Escrituras para captar su atención y desafiarlo con lo que descubre.